Pros y contras de un vida a bordo

por Entre Corrientes

Si buceas, lo normal es que antes o después llegues a un punto en el que tengas o te apetezca hacer un vida a bordo. Como todo en esta vida, tiene sus pros y sus contras. Así que hemos hecho este artículo con nuestras impresiones, para que te hagas una idea más o menos de cómo funcionan.

Si has llegado hasta aquí, pero todavía no sabes de qué estamos hablando, un vida a bordo, consiste básicamente en vivir en un barco durante una serie de días e ir moviéndote de un punto de buceo a otro. Lógicamente el precio dependerá del destino, la empresa y el número de días. Aunque depende de la empresa, normalmente se hacen unas 4 inmersiones al día, así que la diversión está asegurada. 

Nosotros siempre habíamos tenido en la lista de cosas pendientes hacer un vida a bordo. Pero la verdad es que no nos terminaba de convencer la idea de pasar tantos días en un barco, por eso lo habíamos dejado ir pasando. Pero el centro de buceo Alisios Sub, con el que siempre buceamos en Lanzarote, organizaron un viaje al Mar Rojo en 2018 y no nos lo pensamos dos veces. ¿Qué mejor manera de probarlo que con ellos? El viaje estuvo genial, y la compañía no pudo ser mejor, pero como en todo en esta vida, siempre hay cosas que te gustan más y cosas que te gustan menos.

En 2019 realizamos otro vida a bordo en las islas Similan, en Tailandia, y nos dimos cuenta de que cada vida a bordo es un mundo, por lo que seguiremos actualizando la entrada con todas nuestras impresiones. De momento aquí te dejamos los pros y contras de un vida a bordo, que nosotros hemos encontrado hasta la fecha, por si estás pensando en hacer uno.

bandera alisios sub

Pros de un vida a bordo

  • Se suelen hacer 3 inmersiones durante el día y 1 inmersión nocturna. Así, al hacer 4 inmersiones diarias hace que el precio por inmersión en muchas ocasiones sea más barato que en las inmersiones desde tierra. En nuestro caso el precio del vida a bordo eran 980€, y tenía una duración de 7 días. Por lo que salía a 140€/día con el alojamiento, comidas y buceo incluido.
  • Al no tener que ir y volver todos los días a tierra, podrás ir a bucear a puntos más lejanos, que de otra forma no podrías ir en inmersiones desde tierra. De hecho, hay algunos sitios en los que la única opción para poder bucear allí, es mediante un vida a bordo. Normalmente estos puntos suelen estar más conservados, ya que la afluencia de buceadores siempre es menor que en las inmersiones desde costa.
  • Posibilidad de hacer inmersiones nocturnas en las que de otra forma sería totalmente imposible. Normalmente las inmersiones nocturnas son desde la orilla. Pero en un vida a bordo, podrás hacer inmersiones nocturnas en pecios o islas que de otra forma no podrías, ya que el barco puede anclarse en esos puntos.
  • Todas las comidas durante el viaje están incluidas en el precio del mismo. Así como el agua, refrescos y zumos. En nuestro caso el vino de la casa, que al parecer no era demasiado bueno, también estaba incluido.
  • Es una oportunidad para conocer gente con intereses comunes y crear incluso amistades. Cuando haces inmersiones desde tierra es muy posible que cada día bucees con gente distinta, lo que hace más difícil el relacionarse. Pero al pasar una semana con la misma gente, conocer gente es inevitable. Seguro que te llevarás más de un teléfono a tu casa, y no sería la primera vez, que de un viaje sale otro.
  • Si tienes suerte como nosotros, la comida estará buenísima y te irás a tu casa con un par de kilos más. Bueno vale, esto a lo mejor debería estar también la lista de contras 😉
  • En el caso del vida a bordo que hicimos en Tailandia, cada dive master solamente guiaba a 4-buzos, dependiendo del grupo. Esto hace que los grupos sean un poco más homogéneos en cuanto al nivel de los buceadores, y que la experiencia sea mucho mejor, ya que serán unas inmersiones más personalizadas, con más oportunidades de ver más cosas.

Contras de un vida a bordo

  • Generalmente el equipo no está incluido en el precio del vida a bordo, salvo el lastre. En algunos vida a bordo no te alquilan nada de equipo, y en otros te lo alquilan todo, o parte. Recuerdo uno que habíamos mirado para Maldivas en el que el alquiler del equipo completo no incluía los escarpines ni las aletas. Así que si tienes que alquilar equipo, asegúrate de verificar qué incluye el alquiler y el precio. Generalmente el precio del alquiler es bastante más caro que en las inmersiones que haces desde tierra. Por ejemplo en el vida a bordo que hicimos nosotros en el Mar Rojo, el alquiler del equipo era de 25€ por día, por lo que por una semana de viaje el precio subiría 175€. Pero también es verdad, que hemos visto otros en los que por 50€ lo tienes para todo el viaje. Las tarifas varían mucho de unos a otros, así que siempre verifícalo antes.
  • El precio del viaje no incluye las propinas, y si bien no es 100% obligatorio darlas, el viaje está organizado para medio forzarte a darlas. Además, suelen tener hasta una cantidad `recomendada` que se espera que des. Generalmente esta cantidad suele rondar los 75-100€ por persona.
  • Las bebidas alcohólicas como cerveza o vinos no suelen estar incluidos en el precio. Además se suelen aprovechar de que estás encerrado en un barco, y los precios de estas cosas suelen ser bastante elevados. En nuestro caso, por ejemplo, las cervezas costaban entre 4€ y 4.5€.
  • En nuestro barco del Mar Rojo por ejemplo solamente estaba incluido el café soluble. Pero si querías un café espresso o latte, lo tenías que pagar aparte, y costaba alrededor de 1.80€.
  • Las habitaciones suelen ser dobles, triples o incluso cuádruples. Por lo que si viajas sola, te tocará compartir la habitación con desconocidos, o pagar una cantidad elevada por dormir sola. Dependiendo el barco pueden ser camarotes de 2 o de 4 personas. Así que verifica las opciones antes de contratarlo.
  • Los barcos suelen ser de unas 20-25 personas, y aunque los barcos no son extremadamente pequeños, la realidad es que si eres una persona poco sociable, puede que este no sea tu tipo de viaje ideal.
  • En el caso del vida a bordo del Mar Rojo, aunque en el barco éramos unas 24 personas, solamente había 2 dive masters para todo el barco. Por lo que cada una de ellas, llevaba la friolera de 12 buceadores en cada inmersión. Desde nuestro punto de vista, esto no da mucha seguridad, porque si a alguien del grupo le pasa algo, ya me dirás cómo va a ayudarle el dive master. En cambio en el vida a bordo de Tailandia, esto no era así. Por eso creemos importante verificar esta información antes de contratar el viaje.
  • Al menos en el Mar Rojo, en muchos vida a bordo, la filosofía de las inmersiones es que vas un poco por libre. Al principio nos preguntaban quién quería bajar con guía y quien no. Porque si la gente no quería guía, ellos ya ni bajaban. Esto, teniendo en cuenta que ellos no saben cómo buceas, y que son zonas en las que puede haber corrientes, no sé hasta qué punto es seguro. Aquí alguien me dirá que es normal, que en cuanto te sacas la certificación de Open Water de PADI ya puedes bucear tú sola con una compañera. Y es cierto que está permitido. Otra cosa es que sea una procedimiento seguro. Pero eso ya lo dejamos para otro debate.
  • Hay inmersiones que incluso si quieres bucear con guía, puede que no lo tengas. En nuestro vida a bordo del Mar Rojo, nuestros dive masters no hacían ninguna de las inmersiones nocturnas. Así que asegúrate de las condiciones del paquete, antes de contratarlo.
  • Además al bucear 1 dive master con 12 personas, o incluso bucear sin dive master es más difícil poder encontrar cosas. Si la dive master encuentra algo y se lo enseña a los dos que van pegados a ella, imagínate las probabilidades de que el mensaje llegue a las que van cerrando el grupo. Por no decir, que al no conocer las especies de la zona, es más difícil que las localices tú misma.
  • El grupo no tiene por qué ser homogéneo. Así que piensa que lo más probable es que haya gente con diversas titulaciones, número de inmersiones, distintos modos de buceo. En tierra, normalmente los centros de buceo intentan, dentro de sus posibilidades, formar grupos de gente con características similares, para que todas puedan sacar el máximo partido a las inmersiones.
  • En un vida a bordo, es muy probable que mucha gente del grupo lleve cámaras profesionales o semi profesionales para fotografía subacuática. Dependiendo del nivel y tipo de fotógrafo, esto puede cambiar una inmersión totalmente. Hay fotógrafos que no se demoran demasiado con cada foto, o que incluso se quedan al final del grupo, para que la gente puede ver tranquilamente los animales, y ellos van cerrando el grupo para tomar el tiempo que necesiten para la fotografía sin afectar la inmersión del resto. Pero también es verdad, que muchas veces estas normas de cortesía se olvidan bajo el agua, y no es la primera vez que al final no hemos podido ver un animal muy difícil de encontrar, porque el fotógrafo que venía con nosotras, no despegaba la cámara del animal en cuestión. 
  • Por otro lado, si eres fotógrafo, puede que no te interese ir con un grupo de no fotógrafos, ya que las inmersiones tienen otro ritmo. En nuestro caso los dive master iban bastante rápido, por lo que probablemente no tengas el tiempo suficiente para tomar las fotografías que quieres. Por eso es importante, que te informes también de cómo va a ser la dinámica y el grupo de buceo.
  • Si durante la inmersión hay algún tipo de problema y es necesario realizar un rescate, hay que tener en cuenta que el tiempo de respuesta del servicio de rescate puede que sea mayor. Los puntos de buceo van a estar más alejados de la costa, por lo que dependiendo de la localización del accidente y de los servicios de rescate, puede que lleve más tiempo poder dar la asistencia necesaria.
  • Si buceas desde tierra y no te gusta el dive master con el que estás buceando, siempre puedes pedir un cambio de guía o incluso cambiarte a otro centro de buceo al día siguiente. En un vida a bordo esto no es posible. Así que si no te gusta el estilo de buceo de los guías que te han tocado, más te vale que te apliques el lema de `al mal tiempo buena cara` e intentes buscar el lado positivo de las cosas.

Nuestra opinión del vida a bordo

Hasta la fecha solamente hemos hecho dos viajes de vida a bordo, y las impresiones son un poco contradictorias, pero probablemente por el barco que escogimos. La experiencia del vida a bordo en el Mar Rojo, nos gustó menos que el de Tailandia, debido a la organización que tenían dentro del barco. Sabemos que no todos los vida a bordo son iguales, que puede que algunas de las cosas malas que hemos visto durante nuestro viaje, sean exclusivos de este destino o de la empresa con la que hemos buceado. O que incluso haya cosas de las que a nosotros nos parecen desventajas, que para otra gente pueden ser ventajas. Pero de momento, ésta es la experiencia que hemos vivido, y que queremos compartir contigo.

Descuento de buceo vida a bordo

Nosotros nos alegramos de haber hecho estos dos vida a bordo, y sin duda repetiremos. Aunque a nosotros nos gusta mucho bucear desde tierra, porque tu día a día no está 100% enfocado al buceo y puedes distribuir tus inmersiones a tu ritmo, la realidad es que hay sitios en los que es imprescindible hacer un vida a bordo. Incluso en zonas en las que es posible hacerlo de las dos maneras, está claro que la experiencia no va a ser la misma, y en un vida a bordo siempre tendrás oportunidad de ir a algunos puntos de buceo o incluso vivir alguna experiencia que sería imposible desde tierra. Por eso nosotros te recomendamos que siempre valores las dos opciones, y decidas cuál se adapta mejor a ti.

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